- ¿Quién eres y cuál es tu rol actual?
Me llamo Carlos Benítez (@EtnasSoft), y me dedico a la programación tanto de software como de hardware. Actualmente formo parte del Microsoft BizSpark donde dirijo la plataforma OpenLibra, cargo que compagino con el desarrollo de soluciones para plataformas de e-marketing digital dentro del grupo Rebold.
- ¿Qué estudiaste y cuándo decidiste que querías dedicarte a la programación?
Mi formación es bastante singular ya que compaginé esas ramas que en España nos empeñamos en distinguir llamándolas ‘Ciencias’ y ‘Letras’.
Estudié Historia, Historia del Arte, Informática, y comencé una filología china que no he conseguido aún terminar. Mi pasión por la informática arrancó muy pronto, cuando apenas tenía 5 años, y fue al brillo de una polvorienta pantalla en unos viejos salones recreativos. Allí descubrí por primera vez los video juegos, el Galaxian para ser más exactos, y desde entonces, supe que quería hacer todo lo posible por entender qué había detrás. Pasaron muchos años hasta que entró en casa el primer ordenador personal, un Atari 800XL que para la fecha ya estaba obsoleto; pero no importaba, devoré los libros y manuales con los que venía y aprendí BASIC sorprendentemente rápido. Creo que no he soltado el teclado desde entonces.
Aunque siempre tuve claro por mi naturaleza curiosa que no quería limitarme a estudiar únicamente informática, sí que sospechaba que sería en ese ámbito donde desarrollaría mi vida profesional. ¡Y en esas estamos!
- ¿Por qué o cómo te decidiste por tu especialidad actual como desarrollador PHP, videojuegos, C, videoconsolas y firmware?
Todo está muy relacionado y viene precisamente de aquella admiración infantil por los videojuegos. Recuerdo perfectamente la fascinación de ver aquellas naves espaciales abriéndose paso entre ordas alienígenas, lanzando potentes proyectiles láser y destruyendo a toda amenaza con la que se cruzaran. Yo tenía que aprender a hacer aquello.
Así que una cosa fue llevando a otra. Actualmente soy consciente de que el mercado se mueve más en torno a la programación web, y es ahí donde invierto la mayor parte del tiempo. Sin embargo, una vez completada la jornada, me vuelvo a mi jardín de infancia donde me esperan las naves espaciales: en ese espacio es donde desarrollo videoconsolas, las programo, y luego hago sus juegos.
La experiencia tras tantos años es lo que para varios colegas me vuelve un ‘experto’, pero yo sigo aprendiendo cosas nuevas cada día…
- ¿Puedes contarnos brevemente tu trayectoria hasta llegar a tu posición actual?
Siempre he considerado que he tenido mucha suerte y que he estado en el lugar oportuno en el momento justo. También he acertado con las tecnologías sobre las que investigaba, poniéndome esto en una buena posición cara al mercado profesional.
Cuando la demanda de programadores web se disparó, yo ya tenía cierta experiencia en el medio; cuando Javascript se convirtió en el lenguaje más popular de su momento, yo tenía ya un blog de referencia en español. Y, quizá lo más importante de todo, conocía a muchos de los mejores programadores de nuestro país.
Gracias a todo esto, fui pasando por diferentes empresas como Telefónica, BBVA, la Administración Pública, Orange, y así hasta hoy.
- ¿Cuál crees que es la habilidad más importante para ser un buen desarrollador PHP, videojuegos, C, videoconsolas y firmware?
El estudio, la práctica y la constancia. Como en cualquier actividad profesional, la experiencia es clave; si te gusta lo que haces, no debería ser ningún problema el continuar formándote para mejorar.
Algo que me gusta subrayar es que para programar, no hay que tener ningún tipo de vértigo: veo a compañeros que cuando tienen que salirse de su zona de confort para abordar algo en lo que no se han manejado antes, entran en pánico. Ese miedo o inseguridad a tener que empezar desde cero es lo que hay que evitar en la medida de lo posible.
Nuestra profesión no precisa de ninguna habilidad especial, pero sí exige esfuerzo para atender a los cambios constantes, los nuevos paradigmas, y la necesidad de mantener una formación continua.
- ¿Qué es lo que más te gusta de tu rol / compañía actual?
La extraordinaria dinamicidad del ecosistema: no pasa una semana sin que aparezcan multitud de bibliotecas, aplicaciones, herramientas, procedimientos, paradigmas, lenguajes y frameworks. No todo lo que sale se puede revisar, estudiar o incorporar, pero de vez en cuando algo despunta y lo cambia todo.
Siempre me ha gustado esa línea de investigación y puesta a punto que evita la monotonía y el tedio.
- ¿Prefieres trabajar en remoto o en la oficina? ¿Por qué?
En remoto, siempre que sea posible. Trabajar con compañeros es siempre interesante, pero a día de hoy, ésto puede también hacerse perfectamente en remoto. Las ventajas, en mi caso, son infinitas: la comodidad del puesto de trabajo (tu equipo, tu silla, tu mesa…), la ausencia de interrupciones molestas (teléfonos, discusiones, charlas de otros compañeros entre ellos), la flexibilidad de un horario donde la productividad nunca es lineal…
Si pudiéramos sacar algo positivo del terrible 2020, ha sido el que nos ha forzado a todos a adoptar el teletrabajo como una necesidad, dando un salto de gigante en lo que a producción y gestión del tiempo se refiere.
- ¿Crees que en España se dan las condiciones para desarrollar una carrera de programador, o piensas que estamos por detrás de otros países?
España es un país con marcados contrastes locales. En mi caso, que vengo de una ciudad andaluza pequeña, tengo que admitir que el trabajo allí es escaso, de complicado acceso, y no especialmente bien remunerados. Sin embargo, esa situación es muy diferente en las capitales (Madrid, Barcelona, Sevilla, …). Sin embargo, esta tendencia podría estar cambiando precisamente a raíz del teletrabajo forzoso del que hablábamos antes, pero todavía es pronto como para sacar conclusiones.
No soy de la opinión de que nuestro país esté por detrás de otros; o que un programador tenga que emigrar a Alemania, o EEUU para forjar una carrera profesional. Vivimos en tiempos de gran demanda de informáticos, pero también de focalización, por lo que en muchos casos sí es necesario trasladarse a la capital. Entiendo que para quienes tienen ya pensado el traslado, un destino extranjero puede resultar más exótico que otro nacional, pero no necesariamente tiene que ser mejor. Por otro lado, en pocos sitios se puede vivir mejor que en España.
- ¿Puedes recomendarnos a algún programador/a que te gustaría que entrevistásemos?
Le paso la patata caliente a Jose Juán (@__josejuan__), un grande.
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